1 Curso de Milagros, Lecciones 125 y 126

Lecciones 125 y 126 de Un Curso de Milagros



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UCDM-L125 En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.





En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.


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LECCIÓN 125 de UCDM  (1)

En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.


LECCIÓN 125


En la quietud recibo hoy la Palabra de Dios.


1. Deja que hoy sea un día de quietud y de sosegada escucha. 

2La Voluntad de tu Padre es que hoy oigas Su Palabra. 

3Por eso te llama desde lo más recóndito de tu mente donde Él mora. 

4Óyele hoy. 

5No podrá haber paz hasta que Su Palabra sea oída por todos los rincones del mundo, y tu mente, escuchando en quietud, acepte el mensaje que el mundo tiene que oír para que pueda dar comienzo la serena hora de la paz.


2. Este mundo cambiará gracias a ti. 

2Ningún otro medio puede salvarlo, pues el plan de Dios es simplemente éste: el Hijo de Dios es libre de salvarse a sí mismo, y se le ha dado la Palabra de Dios para que sea su Guía, y Ésta se encuentra para siempre a su lado y en su mente, a fin de conducirlo con certeza a casa de Su Padre por su propia voluntad, la cual es eternamente tan libre como la de Dios. 

3No se le conduce a la fuerza, sino con amor. 

4No es juzgado, sino santificado.


3. Hoy oiremos la Voz de Dios en la quietud, sin la intromisión de nuestros insignificantes pensamientos ni la de nuestros deseos personales, y sin juzgar en modo alguno Su santa Palabra. 

2Tampoco nos juzgaremos a nosotros mismos hoy, pues lo que somos no puede ser juzgado. 

3Nos hallamos mucho más allá de todos los juicios que el mundo ha formado contra el Hijo de Dios. 4El mundo no lo conoce. 

5Hoy no prestaremos oídos al mundo, sino que aguardaremos silenciosamente la Palabra de Dios.


4. Santo Hijo de Dios, oye a tu Padre. 

2Su Voz quiere darte Su santa Palabra para que disemines por todo el mundo las buenas nuevas de la salvación y de la santa hora de la paz. 

3Nos congregamos hoy en el trono de Dios, en el sereno lugar de tu mente donde Él mora para siempre en la santidad que creó y que nunca ha de abandonar.


5. Él no ha esperado a que tú le devuelvas tu mente para darte Su Palabra. 

2Él no se ocultó de ti cuando tú te alejaste por un breve período. 

3Para Él, las ilusiones que abrigas de ti mismo no tienen ningún valor. 

4Él conoce a Su Hijo, y dispone que siga siendo parte de Él a pesar de sus sueños y a pesar de la locura que le hace pensar que su voluntad no es su voluntad.


6. Él te habla hoy. 

2Su Voz espera tu silencio, pues Su Palabra no puede ser oída hasta que tu mente no se haya aquietado por un rato y tus vanos deseos hayan sido acallados. 

3Aguarda Su Palabra en silencio.

4Hay una paz en ti a la que puedes recurrir hoy a fin de que te ayude a preparar a tu santísima mente para oír la Voz que habla por su Creador.


7. En tres ocasiones hoy, y en aquellos momentos que sean más conducentes a estar en silencio, deja de escuchar al mundo durante diez minutos y elige en su lugar escuchar plácidamente la Palabra de Dios. 

2Él te habla desde un lugar que se encuentra más cerca de ti que tu propio corazón. 

3Su Voz está más cerca de ti que tu propia mano.

4Su Amor es todo lo que eres y todo lo que Él es; Su Amor es lo mismo que tú eres y tú eres lo mismo qué El es.


8. Es tu voz la que escuchas cuando Él te habla. 2Es tu Palabra la que Él pronuncia. 

3Es la Palabra de la libertad y de la paz, de la unión de voluntades y propósitos; sin separación o división en la única Mente del Padre y del Hijo. 

4Escucha hoy a tu Ser en silencio, y deja que te diga que Dios nunca ha abandonado a Su Hijo y que tú nunca has abandonado a tu Ser.


9. Sólo necesitas estar muy quieto. 

2No necesitas ninguna otra regla que ésta para dejar que la práctica de hoy te eleve muy por encima del pensamiento del mundo y libere tu visión de lo que ven los ojos del cuerpo. 

3Sólo necesitas estar quieto y escuchar. 

4Oirás la Palabra en la que la Voluntad de Dios el Hijo se une a la Voluntad de su Padre en total armonía con ella y sin ninguna ilusión que se interponga entre lo que es absolutamente indivisible y verdadero. 

5A medida que transcurra cada hora hoy, detente por un momento y recuérdate a ti mismo que tienes un propósito especial en este día: recibir en la quietud la Palabra de Dios.  


UCDM-L126 Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.

Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.

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LECCIÓN 126 de UCDM  (1)

Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.


LECCIÓN 126

Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.


1. La idea de hoy, que es completamente ajena al ego y a la manera de pensar del mundo, es de suma importancia para la inversión de pensamiento al que este curso dará lugar. 

2Si creyeses lo que la idea de hoy afirma, no te resultaría difícil perdonar completamente, tendrías certeza con respecto a tu objetivo y no tendrías ninguna duda acerca de tu rumbo.

 3Entenderías los medios a través de los cuales se alcanza la salvación, y no vacilarías en emplearlos ahora mismo.


2. Examinemos lo que crees en lugar de esta idea. 

2Te parece que los demás están separados de ti, que son capaces de adoptar comportamientos que no tienen repercusión alguna sobre tus pensamientos; y que los que tú adoptas no tienen repercusión alguna sobre los de ellos. 

3Tus actitudes, por lo tanto, no tienen ningún efecto sobre ellos, y sus súplicas de ayuda no guardan relación alguna con las tuyas. 

4Crees además que ellos pueden pecar sin que ello afecte la percepción que tienes de ti mismo, mientras que tú puedes juzgar sus pecados y mantenerte a salvo de cualquier condenación y en paz.


3. Cuando "perdonas" un pecado, no ganas nada con ello directamente. 

2Es una ofrenda de caridad a alguien que no se la merece, a fin de demostrar simplemente que tú eres mejor y que te encuentras en un plano superior a él. 

3Él no se ha ganado la limosna de tu tolerancia -que tú le concedes sabiendo que no es digno de tal dádiva- ya que sus pecados lo han situado muy por debajo de una verdadera igualdad contigo. 

4No tiene derecho a tu perdón, el cual supone un regalo para él, pero no para ti.


4. De este modo, el perdón es básicamente algo falso: un capricho caritativo, benévolo tal vez, pero inmerecido; una dádiva que a veces se concede y a veces se niega. 

2Puesto que es inmerecido, es justo no otorgarlo, pero no es justo que tú tengas que sufrir por haberte negado a concederlo. 

3El pecado que perdonas no es tu pecado. 

4Alguien que se encuentra separado de ti lo cometió. 

5Y si tú entonces eres magnánimo con él y le concedes lo que no se merece, la dádiva es algo tan ajeno a ti como lo fue su pecado.


5. Si esto fuese verdad, el perdón no tendría ningún fundamento sobre el que basarse con certeza y seguridad. 

2Sería una excentricidad, según la cual algunas veces decides conceder indulgentemente un indulto inmerecido. 

3Conservarías, no obstante, el derecho a no eximir al pecador de la justa retribución por su pecado. 

4¿Crees que el Señor de los Cielos iba a permitir que la salvación del mundo dependiera de esto? 

5¿No sería acaso Su interés por ti ciertamente ínfimo, si permitiese que tu salvación dependiese de un capricho?


6. No entiendes lo que es el perdón. 

2Tal como lo ves, no es sino un freno al ataque abierto que no requiere corrección alguna en tu mente. 

3Tal como lo percibes, no te puede brindar paz. 

4No constituye un medio por el que liberarte de aquello que ves en otro, pero no en ti mismo. 

5No tiene poder alguno para restaurar en tu conciencia tu unidad con él. 

6Eso no es lo que Dios dispuso para ti.


7. Al no haberle concedido al Padre el regalo que Él te pide, no puedes reconocer Sus regalos; y crees que Él no te los ha dado. 

2Sin embargo, ¿te pediría Él un regalo que no fuese para ti? 

3¿Podría acaso quedar

satisfecho con gestos vacíos y considerar que tales míseros regalos son dignos de Su Hijo?

 4La salvación es un regalo mucho mejor que eso. 

5Y el verdadero perdón, que es el medio por el que se alcanza la salvación, no puede sino sanar a la mente que da, pues dar es recibir. 

6Lo que no se ha recibido, no se ha dado, pero lo que se ha dado tiene que haberse recibido.

8. Hoy trataremos de entender la verdad según la cual el que da y el que recibe son uno. 2Vas a necesitar ayuda para poder entender esto, ya que es una idea completamente ajena a los pensamientos a los que estás acostumbrado. 

3Mas la Ayuda que necesitas ya está aquí. 

4Deposita tu fe en Él hoy, y pídele que esté contigo a la hora de practicar con la verdad. 

5Y si sólo logras captar un pequeño atisbo de la liberación que reside en la idea que practicamos hoy, éste será ciertamente un día glorioso para el mundo.


9. Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a tratar de entender la idea de hoy. 2Esta idea es el pensamiento mediante el cual el perdón pasa a ocupar el lugar que le corresponde entre tus prioridades.

3Es el pensamiento que liberará a tu mente de cualquier obstáculo que te impida comprender el significado del perdón y lo valioso que es para ti.

10. Mientras permaneces en silencio, cierra los ojos al mundo que no comprende lo que es el perdón, y busca amparo en el sereno lugar en el que los pensamientos quedan transformados y donde las falsas creencias se abandonan.

 2Repite la idea de hoy, y pide poder entender lo que realmente significa. 

3Estáte dispuesto a dejarte enseñar. 

4Alégrate de oír lo que te dice la Voz de la verdad y de la curación, y entenderás las palabras que Él te diga y reconocerás que son tus propias palabras.


11. Tan a menudo como puedas hoy, recuérdate a ti mismo que tienes un objetivo, una meta que hace que éste sea un día de especial importancia para ti y para todos tus hermanos.

 2No permitas que tu mente se olvide de este objetivo por mucho tiempo, sino que di para tus adentros:

3Todo lo que doy es a mí mismo a quien se lo doy.

4La Ayuda que necesito para comprender que esto es verdad, está conmigo ahora.

5Y confiaré en Él plenamente.

6Permanece luego en silencio por un momento y deja que tu mente sea receptiva a Su corrección y a Su

Amor. 

7Y creerás lo que le oigas decir, pues recibirás lo que Él te dé. 





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PERDONA. Ama a Dios, a Ti, al mundo entero ... 
124 Que no me olvide de que soy uno con Dios, UCDM-L123 Gracias Padre por los regalos que me has concedido, IngJuanFuentesM.com, Células Madre, celulas, Un Curso de Milagros,

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¡Que tengas una excelente semana!



(1) Un CURSO DE MILAGROS, Escrito por HELEN SHUCKMAN con Apoyo Psicológico-mecanográfico de WILLIAM THETFORD.
(2) Audio extraído de los videos de Ale Carrillo en Facebook.
(3) Video de Ale Carrillo en Facebook.
(4) Video de MoZ #PrimeroTuPaz en Facebook.
(5) Video de Jorge Pellicer Mollá en Facebook.

¡Que tengas una EXCELENTE y AMOROSA SEMANA!

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